China Guangzhou Donoyo Chemical Co., Ltd Noticias de la empresa

El plástico PCR (Post-Consumer Recycled) se refiere a los materiales recuperados de fuentes post-consumo como productos químicos de uso diario, aparatos,y piezas de automóviles después de haber cumplido su finalidad inicialPor el contrario, el plástico PIR (Post-Industrial Recycled) se obtiene de desechos industriales generados durante la fabricación, incluidos chatarra, productos fuera de especificación,y spruces que se reciclan directamente dentro de la fábricaLa principal diferencia radica en sus fuentes: la PCR aborda el enorme volumen de residuos plásticos generados por los consumidores, contribuyendo a reducir la contaminación ambiental a gran escala.Estos plásticos contribuyen significativamente a la contaminación cada añoLos materiales de PCR ofrecen una solución sostenible y muchas políticas ahora fomentan su uso.El HMRC del Reino Unido ha introducido un impuesto a los envases de plástico de 200 libras esterlinas por tonelada en los envases con menos del 30% de contenido recicladoEn China, los mandatos de responsabilidad social corporativa también impulsan a las marcas a adoptar plásticos PCR, convirtiéndolos en una parte cada vez más vital de los esfuerzos globales de sostenibilidad.

La certificación GRS requiere: Un mínimo del 20% de contenido reciclado en los productos; 50% para el etiquetado GRS. Transparencia y trazabilidad de la cadena de suministro. Cumplimiento de las normas ambientales, sociales y de gestión de productos químicos. Posibles auditorías conjuntas para los proveedores upstream. La certificación mejora el acceso al mercado, satisface la demanda de los consumidores por la sostenibilidad y apoya las prácticas de fabricación ética.

El PP reciclado se obtiene comúnmente de artículos cotidianos como contenedores, muebles y materiales de embalaje. Selección de colores para mejorar el valor del material. Aplastamiento, lavado y secado. Mezclado con aditivos y colorantes. Extrusión y pelletización a temperaturas controladas para evitar la degradación. Corte por enfriamiento por agua para producir pellets uniformes para su reutilización.

Entre las estrategias eficaces para reducir la contaminación por plástico se incluyen: Apoyar las políticas e iniciativas de reducción del plástico. Elegir alternativas reutilizables a los plásticos de un solo uso. Practicar la eliminación y el reciclaje responsables de los residuos. Fomentar el uso de materiales reciclados certificados en la producción. Educar a las comunidades y promover la defensa del medio ambiente.

La contaminación por plástico plantea amenazas multifacéticas al medio ambiente y a la sociedad humana: Contaminación visual: Los residuos plásticos desechados degradan el atractivo visual de los paisajes urbanos y naturales, afectando al turismo y la calidad de vida. Contaminación marina: Los desechos plásticos dañan los ecosistemas marinos, provocando lesiones o la muerte de especies acuáticas por ingestión o enredo. Contaminación del suelo: Los plásticos en las tierras agrícolas inhiben el crecimiento de los cultivos, reducen la fertilidad del suelo y pueden provocar lixiviación tóxica. Exposición a microplásticos: Las partículas de plástico degradadas entran en la cadena alimentaria y en las fuentes de agua, lo que podría afectar la salud humana. Para mitigar estos efectos, las personas y las organizaciones pueden adoptar prácticas sostenibles como el uso de productos reutilizables, el apoyo a envases ecológicos, la participación en programas de reciclaje y la sensibilización del público.

  Los plásticos PCR están ganando terreno en la industria de los utensilios de cocina a medida que las marcas se alinean con las políticas ecológicas y las preferencias de los consumidores por productos sostenibles. Estos materiales ofrecen una alternativa práctica y económica a las opciones biodegradables de un solo uso como el PLA. Los gránulos PCR se utilizan cada vez más para fabricar artículos como recipientes para alimentos, utensilios, tablas de cortar y pequeños electrodomésticos. Ofrecen estabilidad de suministro confiable, rentabilidad y una huella ambiental reducida, lo que los convierte en una opción preferida para los fabricantes que buscan cumplir con los requisitos legislativos y las expectativas de los consumidores sin comprometer la calidad o el rendimiento.

  El plástico PCR (Reciclado Post-Consumo) se recupera de productos de usuario final como botellas de agua, envases de alimentos, productos electrónicos y CDs. Estos materiales se someten a recolección, clasificación, limpieza y reprocesamiento para convertirse en gránulos reutilizables. En contraste, el plástico PIR (Reciclado Post-Industrial) proviene de desechos de fabricación, incluyendo sistemas de canalización, productos de baja calidad y residuos de producción, que se reciclan directamente en la fábrica. El PIR es generalmente más fácil de procesar debido a su composición conocida y mínima contaminación. Si bien ambos apoyan la sostenibilidad, el PCR aborda el desafío más grande de los residuos de consumo, mientras que el PIR optimiza la eficiencia de los recursos industriales.

  La creciente conciencia del impacto de la contaminación por plásticos en los ecosistemas y la salud humana ha impulsado esfuerzos para reducir el consumo de plástico. Una preocupación importante es la contaminación por plásticos en los océanos: las estimaciones actuales sugieren que 150 millones de toneladas de plástico residen en los entornos marinos, con 8 millones de toneladas añadidas anualmente. Sin intervención, el plástico podría superar en peso a los peces en los océanos para 2050. Para combatir esto, la UE exige que para 2025, los productos de plástico contengan al menos un 25% de contenido PCR. Tales políticas están impulsando a las marcas a adoptar materiales PCR, no solo para cumplir con las regulaciones, sino también para demostrar responsabilidad ambiental. El uso de plástico PCR reduce los residuos, conserva los recursos, disminuye la dependencia de los combustibles fósiles vírgenes y apoya una economía circular.

Los plásticos reciclados se categorizan según el tipo de resina y la fuente. Los tipos clave incluyen:   Polietileno de baja densidad reciclado (LDPE): A menudo derivado de películas plásticas como bolsas de supermercado, envases de alimentos, revestimientos y películas de mantillo agrícola. Estos suelen ser de color natural o claro y requieren clasificación antes del procesamiento.   Polipropileno reciclado (PP): Obtenido de artículos cotidianos como cajas de almacenamiento, cubos, sillas, bolsas tejidas y cintas de embalaje. El PP es valorado por su versatilidad y durabilidad.   Tereftalato de polietileno reciclado (PET): Principalmente de envases de bebidas y alimentos postconsumo. El PET es ligero, resistente a la rotura y energéticamente eficiente para reciclar, lo que lo hace ideal para su reutilización en envases, textiles y más.   Plástico ABS reciclado: Generalmente recuperado de carcasas electrónicas, electrodomésticos y componentes mecánicos. Ofrece buena resistencia al impacto y acabado superficial, adecuado para bienes duraderos.

  El plástico PCR (Reciclado Post-Consumo) se refiere a materiales recuperados de productos que han completado su ciclo de vida, como envases, electrodomésticos y piezas de automóviles utilizados por los consumidores. En contraste, el plástico PIR (Reciclado Post-Industrial) proviene de residuos de fabricación, incluyendo bebederos, productos fuera de especificaciones y artículos defectuosos, generados durante la producción y reciclados directamente dentro de las instalaciones industriales. La distinción clave radica en la fuente y el volumen: el PCR representa un flujo de residuos significativamente mayor proveniente del consumo diario. Sin el reciclaje, los plásticos post-consumo contribuyen masivamente a la contaminación cada año. La adopción de materiales PCR ayuda a abordar este desafío ambiental al tiempo que apoya los objetivos de la economía circular. Además, las medidas regulatorias están favoreciendo cada vez más la adopción de PCR. Por ejemplo, el Impuesto sobre Envases de Plástico del Reino Unido impone una tarifa de £200 por tonelada a los envases con menos del 30% de contenido reciclado. De manera similar, los mandatos de responsabilidad social corporativa en China y otras regiones están alentando a las marcas nacionales e internacionales a integrar plásticos PCR en sus productos.

  El Estándar Global de Reciclado (GRS) es una certificación internacional y voluntaria que verifica el contenido reciclado en los productos y asegura procesos de producción ambiental y socialmente responsables. Desarrollado por Textile Exchange, rastrea los materiales reciclados a lo largo de la cadena de suministro, desde la fuente hasta el producto final, promoviendo la transparencia y la sostenibilidad. El Certificado de Transacción (TC) es un documento vital emitido por un organismo de certificación que confirma que un envío específico cumple con los requisitos del GRS. Sirve como prueba de que los productos contienen contenido reciclado certificado y se adhieren a criterios ambientales y sociales durante la fabricación. La certificación GRS ayuda a las empresas a reducir el desperdicio de recursos, apoyar los mercados de reciclaje y satisfacer las crecientes demandas de los consumidores y los reguladores de productos ecológicos. El proceso de certificación implica una evaluación rigurosa del contenido de material reciclado, la trazabilidad de la cadena de suministro, el uso de productos químicos y las prácticas sociales y ambientales.

El uso de plásticos PCR (reciclados después del consumo)El material reprocesado de productos de consumo al final de su vida útil, incluidos los envases, los componentes electrónicos y de automóviles.PIR (Reciclados postindustriales)La diferencia crítica radica en el volumen y la fuente del material,con PCR que aborde el flujo de residuos de plásticos postconsumo mucho mayor. La adopción de los plásticos PCR aborda varias preocupaciones urgentes.plásticos de postconsumoLas presiones regulatorias están impulsando cada vez más la adopción de la PCR, como lo demuestran las políticas como la del Reino Unido.Impuesto sobre los envases de plásticoLa Comisión ha adoptado una propuesta de directiva que impone tasas sustanciales (200 libras esterlinas por tonelada) a los envases que contienen menos del 30% de contenido reciclado.obligando a las empresas a incorporar materiales reciclados. Más allá del cumplimiento, el uso de la PCR mejoraeficiencia de los recursosEn la actualidad, laRecursos fósiles vírgenesEn la actualidad, la industria de la energía está en plena expansión, incluyendo el petróleo y el gas.Productos ecológicos, proporcionando a las marcas credenciales ambientales que resuenan con mercados cada vez más conscientes.la demanda del mercado hace del plástico PCR un componente esencial de las iniciativas de economía circular.