Los plásticos reciclados se clasifican según el tipo de resina y la fuente. Los tipos más comunes incluyen:
Polietileno de baja densidad reciclado (LDPE): A menudo procedente de películas plásticas, bolsas de la compra, envases de alimentos, revestimientos y películas de mantillo agrícola. Estos materiales suelen ser naturales o de color claro y requieren clasificación antes del procesamiento.
Polipropileno reciclado (PP): Recuperado de artículos cotidianos como recipientes de almacenamiento, cubos, muebles, bolsas tejidas y cintas de embalaje. El PP es valorado por su versatilidad, durabilidad y amplia gama de aplicaciones.
Tereftalato de polietileno reciclado (PET): Obtenido principalmente de envases de bebidas y alimentos posconsumo. El PET es ligero, resistente a la rotura y energéticamente eficiente para reciclar, lo que lo hace ideal para su reutilización en textiles, embalajes y aplicaciones de ingeniería.
Plástico ABS reciclado: Generalmente recuperado de carcasas electrónicas, electrodomésticos, juguetes y componentes mecánicos. Ofrece buena resistencia al impacto, acabado superficial e integridad estructural.