La contaminación por plástico plantea amenazas multifacéticas al medio ambiente y a la sociedad humana:
Contaminación visual: Los residuos plásticos desechados degradan el atractivo visual de los paisajes urbanos y naturales, afectando al turismo y la calidad de vida.
Contaminación marina: Los desechos plásticos dañan los ecosistemas marinos, provocando lesiones o la muerte de especies acuáticas por ingestión o enredo.
Contaminación del suelo: Los plásticos en las tierras agrícolas inhiben el crecimiento de los cultivos, reducen la fertilidad del suelo y pueden provocar lixiviación tóxica.
Exposición a microplásticos: Las partículas de plástico degradadas entran en la cadena alimentaria y en las fuentes de agua, lo que podría afectar la salud humana.
Para mitigar estos efectos, las personas y las organizaciones pueden adoptar prácticas sostenibles como el uso de productos reutilizables, el apoyo a envases ecológicos, la participación en programas de reciclaje y la sensibilización del público.